domingo, 6 de octubre de 2019

Canal de Midi y Garona en reclinada



Como tenía previsto, para septiembre he realizado la ruta del canal de Midi y Garona con la Bici reclinada, comenzando en Sète y finalizando en Langon poco más de 400 kms.
El Canal de Midi / Garona son dos canales navegables que unen el Mediterráneo con el Atlántico que disponen en sus laterales un camino ciclable en todo su recorrido. Podéis ver su historia aquí:
Garona: https://es.wikipedia.org/wiki/Canal_de_Garona

El viaje lo he realizado con una bicicleta reclinada a la que coloqué un portabultos de bici vertical y alforjas. Para llegar a Sète y volver desde Langon he usado trenes regionales en España y en Francia, siendo el recorrido Tarragona – Barcelona – Cerbere - Séte para ir y Langon –Burdeos – Hendaya – Irun – Vitoria – Zaragoza – Tarragona, toda una odisea en trenes.

El recorrido desde Sète hasta el comienzo del Canal de Midi se puede realizar por carril bici en su mayor parte, con algún tramo por carretera y caminos poco recomendables para reclinadas sin amortiguación. Un despiste al desplazarme hacia Agde me alejó del canal, perdiendo varias horas obligándome a acampar cerca de la carretera donde no hubiese cepas o arboleda con alambrada. No os podéis imaginar el ruido que hay a partir de las 4 de la mañana en plena vendimia, así que al día siguiente no necesité despertador.
Una vez llegas a Agde puedes seguir la ruta por el lateral del canal, que salvo pequeños tramos cortados por mantenimiento, no abandonas hasta el final del Garona.
Hay que diferenciar claramente los dos canales en el tipo de camino, el Midi camino de tierra con las raíces de los árboles (plataneros) cruzadas en busca de agua, un continuo traqueteo que me llegó a tirar al suelo más de una vez, senderos estrechos y muy mal señalizados, nada recomendable para trikes. Aunque muy transitado por barcos, siendo el paso de las esclusas una buena visita, en especial las 9 esclusas de Fonseranes a la salida de Béziers.
La parte final del Midi ya en Toulose y el Garona pista asfaltada, muy bien señalizada, completamente plana salvo los repechos de los puentes que cruzaban el canal. Muy recomendable para Tikes, remolques, hanbikes y familias. Para llegar a Burdeos se recomienda hacerlo por la vía verde Roger Lapéibe, desviandose unos 15kms antes del final del canal opción que no usé al no querer evitar subidas para llegar a ella. En su lugar llegué al final del canal llegando a la siguiente población por caminos o carreteras secundarias, desde donde llegué a Burdeos por tren.

Durante el recorrido se puede comprar víveres en las poblaciones que vamos encontrando. Al pasar por bonitas ciudades, canales contiguos, la ampliación de las opciones turísticas se amplían a gusto de cada uno.
Para mí ha sido una estupenda experiencia, comprobando la calidad de las rutas francesas y a preparando posiblemente el Loira para otro año.